"... solo son palabras... palabras que son, de mi vida, un momento... de mi existencia, un lamento..."

Visita nuestro canal en Youtube: "erizos rojos (viajes para poemautas)"



Mónica García-Ferreras

26 de marzo de 2012

Cumpleaños

Escalo a la luna de abril, dejo atrás marzo… he vuelto a envejecer.

El ayer violeta intenta seducirme trepando por mi espalda disfrazado de canción. No estaba invitado pero cómo negarle una sonrisa si es el único que acudió.

Enredada de su mano en un vals eterno que no cesa, giro y danzo… arrastrando entre cristales la cola de mi vestido blanco. Si, otro vestido blanco para tomar el té y ser el centro de mi fiesta desierta.


Zapatos de charol y mejillas sonrosadas. Celebro lo que ya es un cumpleaños desgastado.

Casas de muñecas invadidas por los relojes de pared. Invernaderos húmedos,  acuarios y jaulas de mirlos que ya enmudecieron.

El musgo  invade las esquinas y las hierbas alimentan a las libélulas que huyeron de la laguna. Ya no brillan sus alas junto a los labios de los poetas;  pequeñas compañeras del exilio, bebed de mi vientre pues ya derramé dos o tres copas de vino.

Bonita fiesta en el gran salón de las cajas de plata, una por cada carta. Reclaman los caminos su presencia, aquellos que una vez se anudaron a mi garganta. También el polvo y la escarcha.

Vuelan las salamandras apurando el champán de las copas que reflejan las estrellas en el fondo dorado de sus cuerpos. Bebamos.

Mi amor, sigue tocando el violonchelo… a veces, ya entrada la noche, aun puedo oírlo desde mi habitación.

La actriz sube al escenario. Ya está preparado el baño.
Quizás hoy llegue hasta el final.

9 de marzo de 2012

Marzo

Vamos niño a volar sobre los hormigueros; a mezclar la inocencia de nuestros talones con el asfalto.

Vamos niño a retar al  viento, serpenteando por las curvas de dos mares abiertos.

Con tu cara camuflada  y mi espalda deshabitada.

Saltemos en las cocinas y en los salones, clavando nuestros codos contra los cristales.

Bailemos en medio del desfile con nuestras coronas de alfileres.

De lagartos están llenos los parques; guardemos los postres y las flores y huyamos hacia los muelles.

Seamos músicos errantes, seamos un solo vientre.

Brindemos por tus mechones, por tus manos, por un día de marzo…

Bebamos por los cambios de planes, las carreteras secundarias y los retrovisores.

Vamos  niño a dormir en los escondites más elevados para luego dejarnos caer rodando por las grutas de los desahuciados.
 
Vamos niño a respirar en la cuna de la humedad salvaje, a jugarnos la piel en una apuesta con la mala suerte.

Crucemos a nado todos los charcos para estar a salvo de los ojos de los malos.

Primero interior

Guardo recortes a tijeretazos.
Recortes de varios minutos de mi vida; repetidos, bebidos, encadenados, fumados… a la luz de una bombilla inerte de rincón arrogante.
Desprecio de tantos, catálogo de mis errores y reflejo de mi osadía intermitente.
Escritorio ilegal donde doy forma a los deseos y a los cuentos; a los relatos no aptos, los que hablan de los borrachos de ternura desahuciados o de los locos que duermen bajo los balcones con el corazón roto…
Mala consejera mi estupidez, junto a la que paso horas clavando mentiras en la pared. De tanto leerlas me las llegué a creer.
Necia del teatro de las atrocidades, pequeña enferma encerrada en una baldosa con su nombre.
Sin moqueta, sin ventilador, sin tostadas, sin ambientador…
En la calle, los niños se alejan… doblan la esquina y ya no recuerdan.