Mi
mitad me da la espalda
y ando
desvencijada.
Aprendiendo
a gritar al revés
y a
sangrar muda.
Subo al
carrusel;
la cicatriz
de mi frente
es pago
para mil vueltas.
Las arrugas
viajan gratis
y es
mejor marear a la pena.
Vuela
caballo absurdo
que te
creo, te creo una vez más…
Ahora
no miran los familiares
ni los
niños del parque…
Acepto
tu invitación
ahora,
que no mira nadie…
otra
vez,
abres
las manos
y solo
tienes girasoles secos.
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