Hoy es
uno de esos días
en los
que mi vida se acaba…
y me
veo obligada a sembrar fuegos
y a
tirar desayunos por el suelo.
Hoy es
uno de esos días
en los que
me quedé atrapada
en un
lugar
entre
el suelo y el fregadero..
y tú…
(enquistado)
en un
lugar
entre
mi ombligo y el cerebro.
No me
compras las arrugas
ni la
piedra en el zapato
Ya no
juego.
Y tu
modo menor avanza
estrangulando
a la niña de Africa
y a los
perros de aguas.
Ya no
contemplo.
Y recuerdo
a Pavese:
“vendrá
la muerte
y tendrá
tus ojos” .
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